Auberge du Soleil, Auberge Resorts Collection

Si su idea del paraíso es la comunión de la Toscana con la Provenza con la sensibilidad de Bay Area, el Auberge du Soleil le hará pensar que ha muerto y que está en el cielo. A lo lejos se yerguen las montañas, mientras que en la parte de abajo se enclava un viñedo. Hay cincuenta curiosas habitaciones decoradas con un estilo que sólo puede describirse si unimos una casa de campo europea con San Francisco: techos inclinados, vigas de madera, sensuales y atrevidos cojines rosa chillón y una chimenea en cada habitación. Hay esculturas modernas en el jardín, y toda la propiedad es muy tranquila. Y ahora está el spa, con tal variedad de tierras que sólo podría existir en Napa Valley. Los tratamientos se dividen en cuatro categorías: Valley (barro y minerales), Grove (aceite de oliva), Garden (hierbas y flores), y Vineyard (semillas de uva).
Como en muchas paradas del la zona de los viñedos de California, el Auberge du Soleil es fundamentalmente un lugar para comer y beber. Data de 1981, y probablemente se convirtió en posada para quienes tomaban demasiado Russian River Pinot Gris con la comida. Es irónico, por lo tanto, que aunque la gente adore la hospitalidad recibida, la comida haya recibido críticas tan variadas. Posiblemente se deba al cambio de mano en la cocina. O quizás a que la gente, conociendo la reputación del hotel, simplemente espera demasiado. (“¿De verdad que te ha gustado el foie gras? ¿No crees que las peras estaban demasiado hechas?”) Pero estén tranquilos porque incluso los más maniáticos están de acuerdo con que los postres, especialmente la tarta de chocolate Valrona, son de lo más sensual. Además, la selección de vinos es espléndida. Y cuando se está en una escapada romántica, lo que cuenta al final y al cabo son los postres y el alcohol.
Muchos de los huéspedes son asiduos, gran parte de la élite de Bay Area, como la pareja de arquitectos Leo y Grega Daly, que visitan el Auberge al menos una vez al año. No se anima a los huéspedes a que vayan con niños. De hecho, el Auberge es uno de los lugares perfectos para que los padres tensos escapen de sus pequeños. Tampoco es el lugar ideal para los jóvenes e inquietos. No hay mucho que hacer durante el día, salvo ociosos paseos por los jardines, y las noches están ocupadas por cenas de varios platos y varias horas junto al fuego. Es el lugar ideal para parejas asentadas o amantes tardíos, y también puede ser el lugar perfecto para traer a su madre. Pero ya sea a su madre o a su pareja a quien esté intentando impresionar, consiga un asiento junto a la ventana durante la cena. Podría decirse que lo más impresionante del Auberge es la vista de las viñas, que se extienden ante sus ojos al atardecer, con la puesta de sol convirtiendo las uvas en oro. Su madre tendrá que perdonarle por todas las veces que olvidó su cumpleaños, y su pareja tendrá que hacerlo por todas las veces que olvidó cualquier otra cosa.

Por favor recuerde: Auberge du Soleil está diseñado para un público adulto; no se recomienda traer niños. Los niños menores de 16 años no están permitidos en la piscina, el gimnasio o el spa.