Park Hyatt Milano

Puede que Milán tenga fama de ser una ciudad apagada y gris; no obstante, es la capital italiana del diseño y de la alta tecnología. En el corazón industrial de Milán, se encuentran lugares emblemáticos tan espectaculares como la Piazza del Duomo, el Teatro della Scala o la Galleria Vittorio Emanuele, una calle peatonal de tiendas cubierta de cristal, en la que se ha basado el diseño de miles de centros comerciales periféricos de Estados Unidos.

Junto a la Galleria se alza un palazzo del siglo XVIII, antigua sede de un banco que, en la actualidad, alberga el Park Hyatt Milano. El arquitecto estadounidense con residencia en París Edward Tuttle, creador de los complejos hoteleros Aman y del Park Hyatt Paris-Vendôme, es también el diseñador de este flamante hotel, que constituye la quintaesencia de Milán: su diseño moderno y atrevido se enfrenta cara a cara con la elegancia barroca de la vieja escuela.

Del antiguo edificio, únicamente se conserva su estructura y los interiores nada tienen que ver con el típico estilo opulento italiano, aunque tampoco sean precisamente minimalistas; de hecho, los cuartos de baño encarnan la máxima expresión del espacio: son casi la mitad de una habitación estándar, con espejos en las paredes y unas duchas octogonales de piedra y cristal. En general, la decoración se basa en materiales clásicos, tales como el travertino y el alabastro, aunque está impregnada de un estilo fresco y moderno, sin ornamentos. Los servicios tecnológicos consisten en Internet de banda ancha y equipos de ocio de la firma Bang & Olufsen, mientras que una ropa de cama exquisita, suntuosas alfombras de lana y lámparas de cristal de Murano artesano constituyen el resto de las comodidades.

Todo el hotel gira en torno al vestíbulo y al salón contiguo, denominado La Cupola por encontrarse bajo una cúpula de cristal que recuerda la de la Galleria colindante.

Sin lugar a dudas, ni éste ni ningún otro Park Hyatt es simplemente diseño. La atención multilingüe tampoco decepcionará a los huéspedes. En definitiva, su arquitectura excepcional, su ubicación insuperable y su servicio de primera hacen del Park Hyatt Milano un hotel excelente, que encaja a la perfección en el ambiente de Milán: elegante a la par que sobrio.