Viceroy Los Cabos

Localizado en San José del Cabo, el pariente más tranquilo y elegante de la capital occidental del jolgorio en México, Viceroy Los Cabos, es sorprendente por su distinción arquitectónica: un dramático pronunciamiento de Miguel Ángel Aragonés, el arquitecto mexicano reconocido por sus atrevidos y poco convencionales diseños. Este es uno de los hoteles Viceroy más agresivamente estilizados: elegante y etéreo, de líneas limpias, voladizos, sombras profundas y escuetos cubos blancos, "cajas flotantes", para tomar prestada la muy apta frase del arquitecto, reflejados en resplandecientes estanques azules.

Visto desde arriba, el hotel es un archipiélago de diseño moderno. Los caminos delicadamente iluminados le abren paso sobre el agua, serpenteando ente los distintos edificios y espacios del hotel, desde la piscina que bordea el mar, pasando por una galería de arte, un bar y un spa. El restaurante de sushi, Nido, es uno de los espacios entre interior y exterior más innovadores que hemos visto en esta zona. El interior es a lo que su nombre alude, un ventilado espacio que recuerda a un nido equilibrado sobre el mar frente a la playa. Mientras, Cielomar Rooftop, el bar de azotea, es el lugar perfecto para un refrescante sundowner (y varios más).

Pero volvamos a las cajas flotantes por un momento. Contienen casi 200 habitaciones: cada una es un refugio moderno, prístinas y blancas, con decoración minimalista por la marca italiana Poliform y ventanales del piso al techo que dejan entrar abundante sol y vistas del mar. Como es típico de los Viceroy, encontrará el balance perfecto entre estilo y sustancia. Estos interiores son fotogénicos pero igualmente agradables al tacto, y contienen atentos lujos como máquinas Nespresso y sistemas de sonido Polk.

Las actividades, naturalmente, se inclinan hacia la vida acuática, aunque también hay un cine con funciones diarias y un club separado para niños, con su propia piscina. Nade, bucee, haga paravelismo, o simplemente acomódese en un diván junto a la piscina o en la playa privada del hotel. El Cabo grande y turístico queda más abajo en la costa, pero desde aquí jamás podría imaginarlo.