Château de la Chèvre d'Or

La ubicación lo es todo, al menos cuando hablamos de Eze. Este pueblo medieval, situado en la cima de un acantilado a medio camino entre Niza y Montecarlo, es uno de los lugares más espectaculares de la Costa Azul, debido en gran medida a sus impresionantes vistas al mar, que solo son posibles desde una altura semejante. Todos sabemos que las playas de la Riviera son el destino predilecto de la beautiful people, pero seamos sinceros, entre las playas atestadas de turistas de la Riviera y la maravillosa vista panorámica de St. Jean-Cap-Ferrat y del Mediterráneo que ofrece el Château de la Chèvre d’Or, cómo resistirse a la segunda opción.

En un principio, el Château de la Chèvre d’Or fue una residencia privada. Un buen día, sus dueños decidieron comprar algunas de las casas vecinas y convertir el conjunto en un agradable hotel. El resultado son 45 habitaciones y suites repartidas por el pueblo, todas ellas diferentes y únicas. Algunas tienen vistas al mar, otras a las montañas, pero todas son igualmente elegantes, con su decoración clásica y sus suntuosos baños de mármol.

Aunque las habitaciones son indudablemente bonitas y cómodas, lo más atractivo del hotel son los espacios comunes, que permiten entablar un contacto directo con la belleza del entorno. La piscina se asoma al mar, desafiante, en una de las terrazas de la parte más baja del hotel, y su carácter privado y sus maravillosas vistas no tienen nada que envidiar a las abarrotadas playas de Cannes. Sin embargo, el lugar estrella se encuentra en el punto más alto del hotel, el restaurante, galardonado con dos estrellas MICHELIN y que ofrece vistas sobrecogedoras desde Saint Jean Cap Ferrat hasta Cannes.

Indicaciones para llegar al hotel:

El Château de la Chèvre d’Or se encuentra a aproximadamente 30 minutos en coche del Aeropuerto Internacional de Niza-Costa Azul (NCE).