Esperanza, Auberge Resorts Collection

Esperanza se encuentra a aproximadamente seis kilómetros del Cabo San Lucas, en la punta de la Península de Baja, allá donde se unen el Pacífico y el Mar de Cortez. El entorno es espectacular, y el hotel es un centro lujoso y exclusivo: la clase de lugar en el que veranean las estrellas de Hollywood (una de las estrategias de los relaciones públicas del Esperanza consiste en introducir vales en las bolsitas de regalos de la ceremonia de los Oscar).
No resulta sorprendente, por lo tanto, que la privacidad y la intimidad sean uno de los principales atractivos del Esperanza. En este hotel no hay habitaciones estándar: tan solo 57 espaciosas suites y villas privadas (todas con terraza privada y vistas al mar). Su decoración nunca sería portada de la revista Wallpaper: las estancias, de estilo mejicano contemporáneo, tienen un aspecto acogedor, con sus vigas descubiertas de estuco y algunas obras de artistas locales. Pero no corra a quejarse a su agente: todas las sábanas, sin excepción, son Frette (posiblemente en cumplimiento de alguna norma del Sindicato de Actores de Cine).
Esculpido en los acantilados de Punta Ballena, el restaurante ofrece una vista increíblemente hermosa del Mar de Cortez, que bien merece el apelativo “pacífico”, y no así el océano de dicho nombre. Le servirán el desayuno en una terraza en la playa, La Terraza Americana sirve una irresistible selección de la cocina Americana, y en el Bar Palapa, para no ser menos, le ofrecerán bebidas con vistas al océano y una ingente selección de tequilas.
Para los ratos de ocio, y como era de esperar dado el nombre del enclave, podrá contemplar las ballenas, aunque también se ofrecen otras muchas diversiones marítimas que van desde la vela hasta el surf. Si usted es turista de tierra firme, puede que prefiera hacer unos hoyos, visitar la histórica ciudad de San José del Cabo o disfrutar de la no tan histórica, aunque no por ello menos apasionante, vida nocturna de Cabo San Lucas. Ahora bien, debemos advertirle que, tanto si acude a un elegante restaurante como si compra comida en un puesto de la calle, le resultará harto complicado comer mal aquí. Además, existe una gran variedad de bares y clubes nocturnos que van desde los locales más típicos de la zona hasta el Hard Rock Cafe. Puede que al final le resulte difícil abandonar la zona del hotel, con unos alrededores tan acogedores y pintorescos.