En el frondoso entorno del hotel Grand Velas, este lujoso restaurante frente al mar exige un código de vestimenta formal que pone de manifiesto lo sofisticado del lugar. La terraza es ideal para tomar un aperitivo o un cóctel y algunas de sus mesas tienen vistas a un estanque de carpas koi. El menú de degustación en varios tiempos, de raíz mexicana, se adorna con elementos e inspiraciones globales. El resultado es una cocina sin miedo al riesgo, en particular cuando se trata de combinar sabores. El callo de hacha bajo mantequilla de miso con tom yum y una hoja de shiso frita en tempura es delicioso. Luego, el solomillo de ternera con puré de raíz de apio, betabel pochado y setas maitake es un triunfo de sabores. Las lascas de queso comté con quenelle de helado de miel es una versión lúdica del tradicional queso con miel.