Hotel Regina Barcelona

Las concurridas calles que rodean la plaza de Cataluña de Barcelona rebosan de hoteles, pero pocos tan refinados y con tanto sabor histórico como el Regina. Muchos de los detalles del establecimiento original, inaugurado en 1917, permanecen intactos, entre ellos la glamurosa y sinuosa marquesina de entrada o la escalera de caracol de estilo art decó con barandillas de hierro forjado. Con todo, el hotel vive en el presente gracias a la reforma de principios de 2024, que sirvió para renovar las habitaciones y convertir el salón de la planta baja y el pequeño patio interior en una elegante cafetería y bar de tapas abierto todo el día. En su forma actual, el Regina hace gala de un cuidado equilibrio entre respeto de lo antiguo y modernización. Las habitaciones, de techos altos, grandes ventanales, buenos muebles de madera y elegantes cortinas blancas, lucen un aspecto intemporal. Una de las suites, acondicionada en el antiguo salón de baile, llama la atención por sus columnas centenarias y sus suelos de parqué, mientras que las habitaciones de esquina tienen puertas francesas que abren a balcones privados con vistas a las cúpulas y agujas de la ciudad. Las habitaciones estándar son más bien pequeñas, lo cual es habitual en el barrio, pero incluso la habitación individual más pequeña tiene un baño relativamente espacioso con azulejos blancos y una agradable ducha a ras de suelo. Café o vermú, dentro o fuera, mañana o tarde… El Gina’s te invita a disfrutar de su dualidad, mientras que La Esquina, el bar situado, como su nombre indica, a la vuelta de la esquina, es un animado bistró especializado en vinos locales y cocina catalana. La parada ideal antes o después de explorar el Barrio Gótico, el Raval o el Eixample, todos a un paso del hotel.