Casa Marcelo, a pocos metros de la imponente Catedral, es la recompensa con la que se premian muchísimos peregrinos al completar el legendario Camino de Santiago; no en vano, hay quien dice que... ¡es casi una experiencia religiosa!
El cosmopolita local, donde los atentos cocineros interactúan con los clientes, se presenta con una gran mesa central que anima a compartir el espacio (un guiño al espíritu "friendly" del pueblo gallego), una barra lateral, la cocina integrada en la sala y, ya en la parte trasera, una agradable terraza, donde también hay una luminosa y colorista sala acristalada. ¿Qué te propondrán? Aquí solo eliges el número de platos que quieres comer, cuatro u ocho, para el resto el chef Marcelo Tejedor preparará un itinerario de degustación sorpresa. Son platos de inspiración diversa, que van desde la cocina local hasta la más internacional (China, México, Perú...), a los que el chef siempre añade un toque personal. Suele llenarse, así que... ¡recomendamos reservar!