AC Palacio del Carmen

Santiago de Compostela es una pintoresca ciudad medieval del noroeste de Galicia y, literalmente, el lugar más alejado de los puntos turísticos más visitados de España, como, por ejemplo, Barcelona, las Islas Baleares y Bilbao. Constituye un destino turístico formidable por méritos propios, pero de una forma un tanto anticuada, ya que está más orientado a las visitas turísticas y a la cultura que a la vida nocturna y el desenfreno. Sin embargo, cuando los peregrinos se concentran en el día de Santiago se desencadena el caos, aunque siempre dentro de una integridad y una moralidad extremas.
Daremos por supuesto que visitará la ciudad durante los días más tranquilos. En este caso, no hay un lugar más idóneo para meditar con calma que un antiguo convento transformado en un elegante hotel de diseño moderno. Los interiores son actuales, sin ser llamativos. Se ha conservado gran parte de la arquitectura original, pero, en lugar de exhibir un sinfín de antigüedades y los auténticos cubrecamas que utilizaron las monjas, los diseñadores han optado por una imagen más sobria y austera: líneas bien definidas que contrastan con colores y tejidos suntuosos. El hotel ha experimentado una evolución natural; no se ha convertido en un museo de cera de épocas pasadas, pero le ha sido lo suficientemente fiel a su ambiente medieval como para que uno pueda imaginarse que éste sería el tipo de habitaciones que las monjas preferirían hoy en día.
Las instalaciones, que incluyen una piscina cubierta, un gimnasio y el siempre importante acceso a Internet de alta velocidad, corresponden al siglo XXI. El restaurante confiere un toque internacional a la cocina tradicional gallega, y esto le puede gustar o no, pero al menos es una corriente distinta al estándar de la cocina mediterránea española. Es el rincón ideal para escapar de los destinos turísticos masificados y un lugar muy estimulante desde el que organizar excursiones a puntos medievales emblemáticos.