¡Es un milagro encontrar un establecimiento así en pleno campo! Además, también atesoran 14 sorprendentes habitaciones como complemento, diseñadas a modo de vanguardistas cubos independientes para introducir a sus huéspedes en el entorno.
En este espectacular restaurante, rodeado de bosques, jardines y terrazas, el chef Xosé T. Cannas se atreve con todo, así que explora recetas e ingredientes foráneos para combinarlos con los excelentes productos locales (sobre todo de origen marino) en sus menús degustación (Romasanta, O señor de Andrade y A Santa Elección), que procuran trasladarnos a los orígenes de la cocina gallega, la que aquí definen como... ¡la última cociña do mundo! La experiencia, con la sostenibilidad de trasfondo, empieza con unos aperitivos en el huerto y, a partir de ahí, recorre distintos espacios del edificio hasta concluir en la sala, abierta a la naturaleza a través de un inmenso ventanal. ¡La espléndida bodega toma como referencia temática el Camino de Santiago!