Willows Lodge

Su ubicación al este de los barrios periféricos de Seattle (cerca de la pequeña ciudad de Redmond) hacen del Willows Lodge un lugar idóneo para las concentraciones de empleados de empresas de alta tecnología. Aunque si es idóneo para el mundo de los negocios, no tiene por qué no serlo para el mundo del ocio: los ejercicios de confianza con los compañeros de trabajo no son la única forma de disfrutar este balneario rústico y moderno.

El edificio, construido con maderas recicladas de siglos de antigüedad, es digno de admiración. Las comodidades del hotel proporcionan unas satisfacciones más inmediatas: ropa de cama de la marca Frette, bañeras hondas para dos personas y duchas con termostato (aunque no parezcan nada del otro mundo, enseguida te dará cuenta de que lo son).

Las habitaciones son tan lujosas que hará falta que te tienten para hacerte salir. Si el tiempo acompaña, en los alrededores hay una infinidad de senderos y caminos para hacer excursiones a pie o en bicicleta, y también abundan las bodegas. Más cerca de casa está el spa completo, con una oferta integral de masajes y tratamientos de belleza. El magnífico Barking Frog posiblemente sea el mejor bar-restaurante de todo el estado de Washington, aunque casi podría considerarse un local de comida rápida si se compara con el legendario Herbfarm y su carta de nueve platos de temporada, elaborados con ingredientes locales y acompañados de vinos adecuados. Reserva con bastante antelación, porque no puedes perderte esta comida.