Park Hyatt Vienna

Si ha visto Lost in Translation, es posible que tenga en mente imágenes del Park Hyatt Tokyo. Pero no todos los Park Hyatt ocupan rascacielos construidos exprofeso para ello. En Europa hay algunos que lo hacen y otros que ocupan edificios pertenecientes al patrimonio arquitectónico local. En el caso del Park Hyatt Vienna, el hotel ocupa un edificio muy señorial que hasta hace pocos años era la sede de un banco. Este rincón del casco histórico peatonal remodelado hace nada alberga hoy algunas de las tiendas insignia de las marcas de lujo y el que puede que sea el mejor hotel de Viena.
Si nos preguntaran por grandes marcas hoteleras de alta gama, quizá el nombre de Park Hyatt no fuera de los primeros que nos vinieran a la mente, pero si se ha alojado en uno de ellos, sabe que la experiencia es irreprochable de principio a fin. A esto es a lo que nos referimos cuando reivindicamos la profesionalidad llevada al extremo como pilar imprescindible de la hostelería: desde el servicio a la decoración pasando por las dotaciones punteras de las habitaciones, el hotel juega en una liga muy superior a otros cuyos nombres preferimos callarnos. Dicho así, puede sonar confortable pero aburrido, sin embargo, en el fondo, el confort es la clave de todo hotel de lujo y siempre es un placer comprobar los esfuerzos que hacen algunos para elevar el arte de la hostelería a cotas tan altas.
Lo habitual cuando un hotel ocupa un edificio histórico es que sus habitaciones se vean condicionadas por las características del mismo, pero nada de eso ocurre aquí. Las habitaciones tienen un magnífico nivel de confort y muchísimo estilo y la idiosincrasia del edificio no hace sino añadirles encanto. Las suites, como puede imaginar, son realmente fuera de lo común y hasta de las habitaciones estándar podríamos decir casi lo mismo. Las zonas comunes tienen más personalidad si cabe y la piscina saca todo el partido de la antigua cámara acorazada del banco. Ello sin hablar del restaurante o de los salones, con toda la suntuosidad que cabe esperar de un hotel de lujo vienés, incluso de uno inaugurado hace bastante poco.