Taj Lake Palace

El Taj Lake Palace solía flotar sobre las aguas tranquilas del Lago Pichola, y era tal su belleza que su imagen recorrió el mundo entero. Sin embargo, aquello que lo hizo famoso ha ido desapareciendo a lo largo de los últimos cinco años, dado que el lago (que nunca fue muy profundo) está hoy prácticamente seco. Como consecuencia, lo que antes era el fondo del lago es hoy un hermoso prado donde pastan las vacas.

El palacio fue construido en 1740 como una residencia de verano, y aún hoy la suave brisa mantiene el ambiente fresco. El grupo Taj compró el palacio durante la década de los sesenta, y desde entonces el hotel ha sido plasmado en numerosas postales e incluso ha sido el escenario de una película del agente 007.

Las habitaciones estándar tienen vistas al patio y al estanque con azucenas, una vista preciosa, qué duda cabe, aunque no tanto como la de las habitaciones de categoría superior, que dan al antiguo lago. Muchas suites tienen balcones privados y todas las habitaciones han sido equipadas con modernas instalaciones (aire acondicionado, televisión vía satélite), aunque su decoración conserva la opulencia y el sabor añejo de tiempos pasados.

Al fin y al cabo, nos encontramos en el lujoso hotel Taj Lake Palace, que está a la altura de los mejores hoteles del mundo y goza de una ubicación privilegiada, por la belleza de su entorno y por su carácter apartado. El hotel pone a la disposición de sus huéspedes varios restaurantes y bares, así como un servicio de habitaciones 24 horas y una cafería abierta todo el día. Sin duda, el destino ideal para una escapada romántica o para cualquiera que quiera evadirse del bullicio de la ciudad en un lugar pintoresco y con un servicio impecable.