Amomoxtli

Durante demasiado tiempo, México ha sido para muchos visitantes extranjeros sinónimo de sol, playa y surf. Por suerte, el advenimiento de los hoteles boutique ha puesto de manifiesto que el país atesora destinos para todos los gustos, entre ellos Tepoztlán, un pueblo de montaña cercano a Ciudad de México, conocido por su importancia en la historia y la cultura aztecas, así como por las ruinas del cercano templo de El Tepozteco y por el área natural protegida que lo rodea. Con la inauguración del Amomoxtli, el primer hotel boutique de lujo de la región, nos atrevemos a vaticinar que no va a pasar mucho tiempo sin que el lugar se convierta además en el favorito de una nueva generación de visitantes internacionales.
Desde el punto de vista arquitectónico, el hotel es una combinación de estilo contemporáneo y clásico, aunque quizá con una ligera preferencia por este último. En las habitaciones, los techos de vigas y los suelos de baldosas y piedra se alían para crear un telón de fondo de sabor antiguo que contrasta con algún que otro mueble u obra de arte contemporáneo. Todas las estancias incluyen cómodas camas king size, edredones de plumas y artículos de baño ecológicos, completándose en ocasiones con un patio, un balcón o una terraza.
El spa, por su parte, ofrece masajes y otros tratamientos al uso combinados con ceremoniales arraigados al misticismo azteca. También la espléndida piscina, con sus espectaculares vistas de la montaña, ofrece una experiencia de relajación que roza lo místico. Y aunque los sabores del restaurante sean tradicionales y estén inspirado en el recetario de la zona, el resultado es, como el resto de la experiencia Amomoxtli, de altos vuelos.