Berns Hotel

Desde el siglo XIX, el Berns es uno de los hoteles con más clase de Estocolmo, con su exterior al estilo belle époque y un opulento interior digno de admiración; no en vano, la llamada «habitación roja» (Röda Rummet) del hotel inspiró la novela del mismo nombre escrita por August Strindberg.

Desde entonces, el hotel ha sido objeto de varias renovaciones, gracias a las cuales su exterior deslumbra más que nunca y su interior, totalmente rediseñado, presenta un estilo sencillo y ultracontemporáneo decorado en madera de cerezo y mármol. Las suites son algo más extravagantes (algunas cuentan incluso con sauna o jacuzzi) y reflejan el trabajo de varios diseñadores de renombre, como el omnipresente Philippe Starck.

Los restaurantes y bares del hotel también han recibido un lavado de cara, cortesía de Terence Conran, y en el salón suele darse cita gran parte de la beautiful people de Estocolmo. En la sala de conciertos se exhibe desde drama a DJs, espectáculos de rock a comediantes, y cada noche se encontrará con gente diferente. Pero aún con todo el ajetreo en los espacios públicos, Berns como un hotel tiene cierta intimidad: 82 habitaciones es un tamaño muy manejable.

Por último, la céntrica ubicación del Berns es perfecta por su cercanía a todas las atracciones de la capital: el casco antiguo y el Palacio Real están a tiro de piedra, y el Museo Nacional y la Ópera Real no están mucho más lejos. La zona de negocios está justo al otro lado del Berzelii Park, y la zona comercial más exclusiva de la ciudad se encuentra a pocos minutos del hotel.