Villa Cortine
Y por supuesto que lo es… Sirmione no es un municipio cualquiera a orillas de un lago, sino una estrecha península que se adentra en el lago de Garda desde su orilla meridional. Villa Cortine, habitada en tiempos por un conde, surge en la colina que se levanta en el centro de la localidad, lo cual garantiza cierta intimidad además de un acceso privilegiado al lago. No todas las estancias están en la villa palladiana original, algunas de ellas ocupan un anexo añadido en los años 50, época en que fue inaugurado el hotel. Aun así, todo el hotel respira una atmósfera inconfundiblemente antigua subrayada por muebles del s. XVIII y lámparas de cristal de Murano.
El hotel cuenta con una pista de tenis de tierra batida, una piscina revestida de mosaicos de la firma Bisazza y un embarcadero privado, algo así como la versión lacustre del club de playa, con tumbonas y sombrillas. Una lancha podrá llevarte a cualquier punto del lago en un abrir y cerrar de ojos, pero acuérdate de volver a tiempo para cenar, ya que Villa Cortine cuenta no con uno, sino con dos restaurantes: Le Gardenie, para una cena al aire libre con vistas al lago, y Al Molo, abierto en temporada y especializado en carnes, pescados y mariscos a la brasa.
Localización
Puntuación y Reseñas de los Huéspedes
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