Kimpton Hotel Monaco Seattle

A pesar de estar situado en plena zona financiera de Seattle, el Hotel Monaco no es el típico hotel negocios insulso ni mucho menos. Al fin y al cabo, ¿qué cadena de hoteles de negocios tiene habitaciones decoradas con papel pintado a rayas amarillas y rojas, tapicería con estampado de animales y abrigos para perros con el logotipo del hotel?
El ambiente de fantasía explica en gran medida que la clientela del Monaco sea una mezcla de hombres y mujeres de negocios jóvenes y desenfadados, expertos informáticos reacios a llevar traje y alguna que otra estrella del rock. Por cierto, el abrigo para perros no es un mero reclamo publicitario: el Monaco cuida con mimo a las mascotas de los huéspedes, y, con el tiempo que hace aquí, solo los lobos de mar más fuertes salen sin abrigarse. Si se ha dejado las mascotas en casa, el hotel le proporcionará un pececito durante su estancia, pero no le coja cariño, porque es prestado.
Como es natural en Seattle, la conexión inalámbrica a Internet está incluida, y algunas habitaciones tienen vistas al pintoresco monte Rainier. Todas las habitaciones están equipadas con equipo de música y ventanas con aislamiento acústico, y, si no puede salir por la lluvia, dispone de un canal de televisión de yoga y un gimnasio abierto las 24 horas. Las suites mediterráneas están provistas de bañera de hidromasaje Fuji de dos plazas, y todas las habitaciones ofrecen albornoces de felpa y cafeteras con el consabido café Starbucks.
El mercado de Pike Place, la plaza Pioneer y el palacio de congresos están cerca, por no hablar de los numerosos restaurantes de la zona. De hecho, uno de los mejores es el del hotel, el Sazerac, con un inexplicable sabor a Nueva Orleans.