Casas Del XVI

Este número romano es clave para entender el concepto detrás del flamante Hotel Casas del XVI, una hospedería muy chic de estilo colonial localizada en el centro histórico de Santo Domingo. XVI no es la dirección, o la cantidad de habitaciones: es el siglo que el hotel evoca y celebra, el nacimiento de lo que hoy se considera el asentamiento europeo más antiguo continuamente habitado en Las Américas.

La idea es recrear la experiencia de la nobleza española que vino al nuevo mundo en los albores de la ciudad. Así que se trata de puro glamour a la antigua, junto con las comodidades modernas de las que jamás de privaría. Estamos hablando de un par de elegantes villas contiguas, gloriosamente restauradas y convertidas en un hotel de siete suites. La Casa del Árbol posee una acogedora biblioteca, una moderna cocina, un bar, y un área de comer al aire libre. La Casa de los Mapas, mientras, ofrece vistas hacia un encantador patio central que podría haber salido directamente de tus sueños vacacionales: enormes palmeras, una piscina que irradia una luz turquesa por la noche, divanes alumbrados por velas donde uno de los mayordomos personales tendrá el placer de servirte un mojito, o un Mamajuana si prefieres atreverte.

Ya te puedes imaginar lo que encontrarás en estas habitaciones. Camas con dosel, entradas arqueadas, pisos bellamente embaldosados: sí, sí, y sí, junto con cargadores para iPhone, televisores de pantalla plana, y productos de baño de Antica Farmacista. Lo que quizás no hayas adivinado es la cantidad de caprichosos detalles que encontrarás en el Hotel Casas del XVI. Los hoteles de esta categoría de lujo frecuentemente intercambian la personalidad por la elegancia genérica que aspira a complacer los gustos de todos los huéspedes. Pero el Casas del XVI tiene, además de su arquitectura tradicional y antigüedades coloniales, paredes púrpuras, arte moderno, bañeras flotantes, lámparas en forma de piña, artesanías autóctonas y una colección de mapas antiguos. Es un hotel de gran personalidad, lleno de coloridos detalles. La idea es relajarse y recargar energía, tal y como lo hubieran hecho las élites españolas del siglo XVI al desembarcar. Sin embargo, no te sorprendas si el lugar despierta tu creatividad más de lo que pensabas: tal vez te apetezca sacar su cuaderno de dibujo en vez de dormir una siesta.