Maison Mexique

La ciudad de San Miguel de Allende alberga buen número de hoteles con solera, pero lo que hace especial al Maison Mexique, como su nombre sugiere, es su atmósfera internacional. La mezcla de influencias culturales que caracteriza al lugar es reflejo de los numerosos viajes que han realizado sus dueños. Acondicionado en una casa antigua cuidadosamente restaurada, este hotel boutique sabe no obstante mantenerse fiel a su entorno: sus paredes de adobe lucen con orgullo pinturas y collages de artistas locales, así como grabados mexicanos y fotografías en blanco y negro con momentos de la historia de San Miguel.
La casa en sí es de estilo tradicional, con románticas puertas en arco, suelos en tonos tierra y soleadas terrazas adornadas con macetas. Cada suite, nueve en total, es única, si bien todas ellas albergan piezas y elementos de artesanía como tejidos multicolores, lámparas de cerámica, jarras de barro y cabeceros de fibras trenzadas. Algunas dan a la calle, otras tienen puertas francesas con vistas al patio central. Las suites más amplias disponen de equipamientos adicionales como chimeneas de piedra y amplios cuartos de baño con tocador doble y espejos asimétricos. Pero la decoración, como el propio hotel, está sujeta a cambios: los propietarios lo consideran un proyecto creativo en evolución continua, pudiendo tomar su inspiración de cualquier lugar, incluido del pintoresco centro histórico, a una manzana de distancia.
En el momento de escribir estas líneas, aún no sabemos si se ha materializado el proyecto de abrir el Bistro Mexique. Lo que sí sabemos es que los dueños suplen la falta de espacios de encuentro organizando experiencias como talleres de cocina o clases de yoga. Todo aquí es personalizable, desde el servicio de desayuno y los arreglos florales de la habitación a las preferencias de limpieza y las cenas privadas, pasando por la merienda de cortesía, en la que el huésped puede elegir entre macarons franceses y bombones mexicanos.