Fairmont San Francisco

Los hoteles Fairmont son famosos por su marcada tendencia conservadora y tradicional, aunque eso no tiene por qué ser una crítica. El Fairmont San Francisco, en particular, es una joya histórica, uno de los cuatro primeros grandes hoteles de lujo, situado en lo alto de Nob Hill, donde confluyen las restantes líneas de tranvía de la ciudad. Sus orígenes se remontan a la época inmediatamente posterior al terremoto de 1906, y desde entonces ha formado parte del panorama de la ciudad. Es un auténtico hotel de lujo tradicional, ubicado en una ciudad que todavía distingue el lujo.

Puede que haya hoteles más ostentosos en San Francisco, pero no los hay más lujosos. La decoración de las habitaciones no interfiere con unas vistas que, dada la situación privilegiada del hotel, son cuando menos extraordinarias, especialmente las de las suites. La opulencia está a la orden del día, y el estilo recrea la época dorada de la hostelería.

Los servicios y comodidades son los de un gran hotel de lujo de negocios moderno: spa, gimnasio, tantas instalaciones para reuniones que uno se pierde y varios bares de postín y restaurantes de categoría. A decir verdad, uno de estos locales nocturnos posiblemente sea la gran baza del Fairmont: el Tonga Room es un bar hawaiano, con su estanque y sus chaparrones artificiales, totalmente kitsch a la par que encantador, además de una experiencia extraordinaria.