Raffles Hotel Le Royal

Phnom Penh, la capital de Camboya, vuelve a ser un destino turístico. Sin duda es un reto y algo singular, pero tiene un aire de romanticismo ligeramente nostálgico para el que el Royal está perfectamente listo. En otra vida este hotel de color vainilla fue el preferido de la jet set como Jackie Kennedy, André Malraux y W. Somerset Maugham. Más tarde, los periodistas del Sydney Schanberg y el escritor Jon Swain, famoso por Los gritos del silencio, se alojaron aquí mientras cubrían la información sobre los Jemeres Rojos. Hoy la elegancia del Royal contrasta con el polvo de las calles que lo rodean.

Ni que decir tiene que ya no es el mismo lugar donde Jackie Kennedy nadó en la piscina tras una década de abandono de la época comunista seguida de una renovación de hiperlujo. El spa y el recibidor art déco son impresionantes. Como suele ocurrir, el edificio original es mejor que las dos alas de nueva construcción, pero solo en cuanto a carácter. Las mejores habitaciones son la suite Jackie O y la Landmark con sus alfombras persas y muebles del periodo déco entre los que encontramos curiosidades camboyanas, camas con dosel y bañeras con patas de garra.

Phnom Penh es una parada obligatoria para todos los que viajen a Camboya. No solo se trata de un lugar para hacer trasbordo de camino al impresionante templo de Angkor. Merece la pena parar aquí, aunque solo sea para poder descubrir la historia más reciente del país. El Royal sigue siendo el mejor hotel de la ciudad. Su ubicación es inmejorable ya que está a tan solo unos pasos del Palacio Real y del museo, las zonas de mayor atractivo turístico de la ciudad. Y también es el hotel más animado puesto que su bar permanece abierto cuando los del resto de la ciudad cierran a la caída del sol.