Château Voltaire

Los hoteles parisinos tienden a ser elegantes, aunque solo sea por el entorno en el que se encuentran. Pero, incluso ahí hay excepciones. El ultraelegante Château Voltaire no se llama así por el filósofo de la Ilustración, sino por la firma de moda Zadig & Voltaire por la que es conocido Thierry Gillier, el propietario del hotel. Para este proyecto, Gillier contrató al director creativo Franck Durand y al estudio de arquitectura parisino Festen para traducir su estética al lenguaje de la hotelería. Y el resultado es tan moderno como sugiere su linaje lleno de estrellas.

Las habitaciones son sorprendentemente discretas, con una sutileza y sofisticación inusual, incluso para París. Por otra parte, el bar La Coquille d’Or es oscuro y caprichoso, con decoraciones de cuero y terciopelo. En un lugar del centro del hotel se encuentra el ultraelegante Brasserie l’Emil, que ofrece comida delicada y sencilla a una multitud de lugareños. Todo esto en un hotel que tan solo tiene 32 habitaciones y suites, además de un centro de bienestar subterráneo con una sauna y una pequeña piscina. También hay una terraza en la azotea decorada por Louis Benech, situada al lado de un ático que se utiliza como un espacio para eventos muy fotogénico.