Annabelle

Los ingleses conocen la isla de Chipre desde siempre, pero a los americanos les ha costado un poco más, que siempre han ido con retraso. En efecto, la distancia es una de las razones, a lo que se une el hecho de que las islas del Mediterráneo suponen todo un reto para sus limitados conocimientos de geografía. En décadas pasadas puede que no se perdieran mucho: la isla estaba falta del toque de modernidad que buscan los trotamundos.
Sin embargo, Chipre ya no pasa desapercibida y los americanos han conseguido localizarla en los mapas. Paphos, en la costa suroeste, está en pleno renacimiento de hospitalidad, gracias a la proliferación de complejos hoteleros con mucha sofisticación. Además, el número de visitantes jubilados ataviados con sandalias y calcetines negros ha disminuido bastante. Viajeros de todas las nacionalidades han visitado en masa el sofisticado hotel Anassa, pero ahora han descubierto a su hermano, el Annabelle, lleno de vitalidad y energía.
Con “lleno de vitalidad y energía” no queremos decir ruidoso y hosco... El Annabelle es todo elegancia y encanto clásico, al menos si lo comparamos con los establecimientos de diseño Starck que proliferan por todo el mundo. En este caso, se trata de un complejo hotelero de lujo con todas las letras: dos piscinas, cuatro restaurantes y cuatro bares, incluido el Byzantine Bar, epicentro de la vida nocturna del Annabelle.
Las habitaciones y suites son, en una palabra, espaciosas. El espacio es, en efecto, el servicio más importante, y aquí se ofrece en cantidad, así como todos los servicios modernos: desde televisión satélite hasta un servicio de habitaciones 24 horas. La mayoría de las habitaciones cuentan con impresionantes vistas al Mediterráneo, y muchas con piscina privada o jacuzzi en terrazas que dan al mar. Nada podemos decir a la revista Wallpaper*, salvo que su diseño es cómodo y sin estridencias, centrado en las vistas.
Son muchas las actividades que ofrece la zona, pero destacaríamos las visitas al Andromeda Spa, un partido de tenis y una clase de buceo o esquí acuático. Los que prefieran la cultura al deporte encontrarán mucho que hacer en Paphos, que cuenta, entre otros, con un bullicioso mercado y una aparentemente infinita muestra de tumbas romanas. La vida nocturna es de destacar; hay mucho que hacer por la noche en Paphos, tanto dentro y como fuera del hotel. Americanos, tengan preparados sus mapas. Chipre es ese lugar con forma de Osa Mayor o de Estados Unidos alargado cerca de Turquía. Sí, esta isla es un país.