Korakia Pensione

El modernismo de los años cincuenta y sesenta no es lo único que se encuentra en Palm Springs. Aquí, a las afueras de la ciudad, al pie de las montañas de San Jacinto, se encuentra la ecléctica mezcla del Korakia, donde no hay ni una piscina con forma de riñón. La villa marroquí original de 1924 —la casa de un pintor escocés— fue remodelada con un estilo griego en los años noventa, y los dos edificios contiguos, una villa mediterránea y una casa de adobe española, se construyeron poco después.
Salta a la vista que el Korakia derrocha personalidad. Lo que también ofrece a espuertas es esa clase de lujo íntimo y exclusivo que tanto se pide ahora. Las habitaciones y suites son de una intimidad exquisita: se esconden en los rincones de las antiguas villas, rodeadas de jardines y patios, e incluso están equipadas con cocina, por si tiene previsto atrincherarse en ellas.
El agradable tiempo de Palm Springs se presta a que el desayuno se sirva en el patio marroquí, y la finca está llena de escondrijos: un salón, una biblioteca, un hogar y un par de piscinas al aire libre. También se ofrecen tratamientos de spa y clases de yoga; cuando se vaya de aquí, se habrá librado por completo del estrés.

No se admite la entrada a menores de 16 años en el hotel.