Bobby Hotel

Cuando empezamos a escribir sobre Nashville, intentamos ser algo persuasivos, ya que en ese momento eran otras ciudades —entre ellas Los Ángeles o Nueva York— las que acaparaban el protagonismo turístico. Hoy, sin embargo, el secreto ha sido revelado y Nashville goza ya de reconocimiento como destino turístico de primer nivel. Impresionantes hoteles boutique brotan cual setas y en una ciudad famosa por ser tan amiga de la fiesta lo de menos parece ser el nombre. En este sentido, un alojamiento que se llame Bobby Hotel solo puede ser un lugar informal y accesible a todo el mundo, aun cuando se proponga ofrecer una experiencia marcada por el lujo y la elegancia.

De hecho, hay que reconocerle que reúne todos los requisitos para ello. En primer lugar, las habitaciones traslucen ese punto de ostentación tan característico del estilo internacional de mediados del XX, aunque tampoco cabe hablar de estilo minimalista: los murales y obras gráficas rinden homenaje a la capital del country y sus cálidos colores y texturas tornasoladas harán que le entren ganas de quedarse en la habitación… Pero claro, en un hotel como este, las habitaciones son solo parte de la oferta, máxime en Nashville, ciudad famosa por su intensa vida nocturna. El Bobby en este aspecto tiene mucho que ofrecer: un restaurante dos en uno —el Café y el Tavern—, un bar de atmósfera subterránea —el Garage— y un lounge al aire libre en la terraza, el Rooftop Lounge. Todo ello completado por un spa con todos los servicios esperables para recuperarse cada mañana y poder así seguir disfrutando noche tras noche.