The Lofton Hotel

El Graves 601 se ha independizado de Art + Tech, una submarca vanguardista de Le Meridien, y es el primer hotel de todos los que la cadena Graves Hotels and Resorts, con sede en Minneapolis, pretende abrir en el continente americano.

No cabe duda de que han empezado con muy buen pie. Debido a su trayectoria excepcional, el Graves 601 ha salvado muchas de las dificultades con las que toda nueva empresa suele tropezar y ha ido directamente al grano. En este caso, eso significa que ha logrado ofrecer un tipo de lujo contemporáneo muy difícil de conseguir, con un diseño con mucho estilo, sin llegar a ser vanguardista, y un ambiente en el que una pantalla de plasma de 42 pulgadas no resulta ostentosa, sino elegante y funcional.

Las habitaciones lucen suelos de madera noble, ropa de cama italiana, edredones blancos de algodón y lo último en cuartos de baño: lavabos de cristal sobre piedra caliza, duchas exentas y pastillas de jabón Hermès. Las zonas comunes están equipadas con suelos de madera japoneses con rayas de cebra, muebles futuristas y juegos de luces imaginativos. El servicio es el que uno esperaría encontrar en Nueva York o Los Ángeles, pero con el trato inconfundible de la región central de los Estados Unidos: cordial, modesto y sencillo.

Este barrio es una de las zonas con más ambiente de la parte nueva de Minneapolis y la variedad de su oferta gastronómica y su vida nocturna se debe, sobre todo, al estadio deportivo Target Center, que se encuentra al otro lado de la calle. El restaurante del Graves 601, el Cosmos, y sus dos locales nocturnos, los salones Cosmos e Infinity, se cuentan entre los establecimientos más frecuentados de la ciudad y engrosan la nutrida oferta de ocio de los alrededores.