Shutters on the Beach

Algunos consideran al Shutters on the Beach el hotel más cómodo del mundo, y puede que estén en lo cierto. Es la combinación perfecta entre el glamour del art déco, la intimidad del viejo mundo y el liberalismo de Los Ángeles, pero también tiene mucho de lo que busca el viajero moderno: sosiego.

Aunque a todos nos gusta estar cerca del movimiento, hay ocasiones en las que no queremos sentirnos en pleno centro, y Shutters on the Beach, invisible desde la carretera, es la esencia de esta paradoja perfecta: un hotel urbano que parece un centro de vacaciones. En realidad, durante mucho tiempo ha sido el único hotel frente al mar en Santa Mónica e incluso en todo Los Ángeles. Además, gracias a una maravilla de la arquitectura moderna, todas las habitaciones tienen vistas al mar.

Se da más importancia a la comodidad que al estilo. Aunque el edificio es de 1993, está lleno de rejas floreadas y sofás descomunales, y tiene una chimenea en el vestíbulo. Las habitaciones tienen un tono pálido, sillones de cuadros, chimeneas con azulejos blancos en las suites y sábanas de rayas azules y blancas. El Café es lo más llamativo que se puede imaginar (pero llamativo de los años 50), con sus sillas rojo pasión y su suelo de azulejos negros y blancos. No es precisamente innovador, pero resulta indulgente a la vista.

Cada centímetro del Shutters está diseñado para relajarse, tanto si estás en la terraza observando la playa como si te acurrucas en el vestíbulo junto a la chimenea. Y la fantasía por antonomasia de Los Ángeles es tumbarse junto a la piscina mientras divisas el mar más allá de extensiones de arena y palmeras. Y, por supuesto, siempre queda el spa.
Hasta te prepararán un pícnic si deseas pasar el día fuera. Pero te advertimos, la playa que está más allá de tu ventana es una especie de vía pública, así que, aunque la terraza del Café sea perfecta para ver a la gente de Venice Beach, puede que no quieras usarla precisamente para tomar el sol. En vez de esto, usa los postigos que se encuentran entre el baño y el dormitorio. Ábrelos, sumérgete en tu piscina con hidromasaje de una profundidad exagerada y podrás observar directamente el océano.