RIMBA by AYANA Bali

RIMBA by AYANA Bali es una princesa tropical con un nombre apropiadamente melifluo. Tiene sentido, si lo piensas; aquí en Jimbaran, la versión Bali del Sur de Beverly Hills, queda muy poco territorio no explorado. Las villas exageradamente lujosas luchan entre ellas por ese codiciado punto elevado donde se ve el atardecer. Así que AYANA se aventuró hacia adentro e invirtió en más de 90 hectáreas de acantilados para separar esta porción, tan elevada y tan repleta de maravillas botánicas, e igual de espectacular, especialmente al ponerse el sol.

Si esto una vez fue solo una villa pesquera en el sentido tradicional, no lo notarás en las habitaciones: son indiscutiblemente modernas y hay cientos de ellas, diferenciadas menos por las decisiones eclécticas de diseño que por la elevación. Como ejemplo, la ventaja puede ser la rapidez con que se llega a la piscina o a los mejores puntos para admirar la vista. Su geometría escueta con iluminación empotrada se hace a un lado, cuidadosamente evitando distraer de la pura esplendidez natural, suavizando la elegancia austera con una cálida paleta de verdes y ocres.

Los espacios públicos, por otro lado, se aferran más auténticamente al pasado. Entre la alucinante variedad de opciones para cenar disponible en el complejo, nuestras favoritas incluyen los espectáculos Kecak junto un arrozal en Kampoeng Bali o la piscina infinita de 25 metros junto a la cual puedes disfrutar de la cocina mexicana de UNIQUE. Hablando de piscinas, el RIMBA tiene 7 de ellas, algunas con varios niveles, y todas felizmente libres de las luchas de codazos a las que tristemente han sucumbido ciertos establecimientos de Bali. Además, con la lanzadera podrás llegar hasta una playa remota de arena blanca en Kubu.