Four Seasons Resort Maui at Wailea

Seguro que, para una revista de viajes obsesionada con la última moda y la búsqueda de la última gran revelación, la idea de un Four Seasons en la isla hawaiana de Maui resulta demasiado previsible, pero, para el que viaja, es absolutamente recomendable.

Esta idea ya se ha llevado a la práctica, y no está nada mal. Wailea es una de las mejores playas de Hawái —lo cual no es una bicoca—, y el hotel está a la altura de la excelencia típica de los Four Seasons. Se respira un ambiente de lujo discreto, y el alto nivel del servicio —uno de los fuertes de los Four Seasons— contrasta con el ambiente relajado de Hawái.

Las habitaciones y suites, un poco apartadas de la playa, han sacrificado parte de las vistas a una mayor intimidad. Están decoradas con un estilo sofisticado, manifiestamente hawaiano, pero nada kitsch. Los muebles son de una calidad impecable, así como los cuartos de baño de mármol extra grandes, y el estilo clásico no descarta lo último en alta tecnología, como, por ejemplo, televisores de plasma e Internet de alta velocidad.

No podían faltar un spa con un abanico completo de servicios, una piscina ni un gimnasio, y tampoco una oferta culinaria de alta calidad (uno de los restaurantes es una filial del Spago de Los Ángeles). Es el Maui, pero bien hecho, puede que menos exótico, pero con el mismo encanto que antes.