Hotel Casa San Agustin

Cuando los colombianos hablan de su país, rápidamente Cartagena de Indias se vuelve parte de la conversación. Esta ciudad colonial, bellamente conservada, es uno de los tesoros más valiosos de Colombia y está en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, algo que naturalmente incita el orgullo nacional. Así que, si decides visitar Cartagena, hazlo como es debido. Lo cual, en este caso, significa hospedarse en el corazón de la antigua ciudad amurallada, en una elegante vivienda histórica como lo es el Hotel Casa San Agustín.

De hecho, el hotel se compone de tres casas: los diseñadores astutamente han conectado un trío de hogares adyacentes con tradicionales exteriores estucados. Están configurados alrededor de un sereno patio interior enmarcado con palmeras, que también contiene una piscina y un detalle histórico especial, un acueducto de hace 300 años que formó parte del sistema original de irrigación de la ciudad.

Y esa no es la única importante reliquia del pasado en Casa San Agustín. Las gárgolas y las tradicionales vigas de madera son originales, al igual que los maravillosos óleos y frescos renacentistas de la biblioteca. Eso sí, las sábanas Frette y los productos artesanales para el baño que se encuentran en cada una de las 30 habitaciones y suites del hotel son totalmente nuevos. Los suelos de piedra, las camas con dosel y los baños espléndidamente decorados con azulejos, aunque fueron imaginados por diseñadores contemporáneos, ciertamente evocan el pasado, aunque de manera más confortable. Los antiguos armarios, aunque añaden sabor a la estética tradicional, no sustituyen a los modernos y amplios vestidores.

Algunas habitaciones tienen los típicos balcones de madera con vista a la calle, ideales para observar el ir y venir de la gente, y las suites más lujosas tienen terrazas privadas con piscinas de inmersión. Pero algunos de los puntos más agradables para relajarse en Casa San Agustín son los espacios comunes interiores-exteriores, equipados con tumbonas y divanes donde los huéspedes se pueden resguardar durante las horas centrales del día, las más calurosas. En la noche está Alma, el popular restaurante-bar del hotel, bien cotizado tanto por sus cócteles artesanales como por sus ceviches. Y desde luego, tienes el resto de la ciudad amurallada de Cartagena, un lugar que se siente mágico cuando, al caer la noche, se enciende la espectacular iluminación del centro histórico.