Hotel de Orangerie

Brujas puede haber dejado de ser uno los centros económicos de Bélgica, pero esta antigua ciudad flamenca sigue siendo uno de los destinos más pintorescos de Europa, gracias a sus calles flanqueadas por innumerables edificios históricos conservados cuidadosamente. Uno de los tesoros arquitectónicos de la ciudad, un convento del s. XV a orillas del canal Den Dijver, acaba de ser convertido en un hotel boutique encantador, de estilo tradicional, el Hotel De Orangerie.

La renovación realizada ha dado como resultado unas habitaciones impecables, con una disposición y decoración original para cada una de ellas, pero todas con una elegancia clásica, muebles antiguos, telas finas y una atmósfera más bien tranquila e íntima que evoca los orígenes de convento de este antiguo edificio.

Su espectacular desayuno, recientemente nombrado el mejor de Bélgica, se sirve en la planta baja y el té de la tarde, al estilo inglés, se puede disfrutar en verano en la terraza que da al canal.

A pesar de que no dispone de restaurante propio, en los alrededores no faltan opciones. Su ubicación es perfecta para el turismo, ya que está en pleno centro de la ciudad. Y la mejor manera de disfrutar de ella es a pie, en bicicleta o recorriendo las aguas del canal en una embarcación.