Aman Summer Palace

La afirmación de que el Aman Summer Palace es un hotel urbano del grupo Aman tal vez podría inducir a error. Estrictamente hablando, el hotel se encuentra en una ciudad, una ubicación muy distinta a la habitual de los Aman, que, ya sea una playa de Bali o la ladera de una montaña de Wyoming, siempre se trata de un paraje apartado. Sin embargo, a pesar de que Pekín no solo es una de las ciudades más grandes y bulliciosas del mundo, sino que continúa creciendo, el tipo de experiencia que ofrece el Summer Palace no podría describirse precisamente como urbana.

El hotel se encuentra junto al Palacio de Verano, en su propio recinto privado, y consta de varias casas de invitados centenarias, rodeadas de estanques de aguas tranquilas y jardines verdes. Se ha respetado la arquitectura del lugar para construir el alojamiento, añadiendo algún que otro detalle moderno y armonioso que resulta sumamente agradable. Los aparatos electrónicos son de lo más modernos, aunque pasan desapercibidos en unas suites llenas de persianas de bambú y mamparas con ornamentos tallados a mano. Los baños, también contemporáneos, cuentan con una gran bañera y una ducha independiente.

En el recinto del Aman Summer Palace se respira una tranquilidad que contrasta con el bullicio del lugar turístico contiguo, y, a diferencia de este, está cerrado al público. De hecho, es más probable cruzarse con alguno de los 300 empleados del hotel que con otro huésped. El Summer Palace se apoya —tanto en sentido literal como figurado— en una gran infraestructura hotelera; las piscinas, el spa y el gimnasio (incluyendo un estudio de pilates y una cancha de squash) son subterráneos. Al igual que los demás Aman, el Summer Palace te ofrece todos los servicios necesarios para que puedas evadirte, aunque también tendrás a tu alcance todas las posibilidades que te brinda la ciudad de Pekín: desde excursiones a la Gran Muralla China y visitas al Palacio y a los templos, hasta expediciones a las tiendas. La conjugación de la tranquilidad del Aman y el bullicio de la gran ciudad de Pekín constituye una propuesta única y formidable.