Hotel Saint Cecilia

De un tiempo a esta parte, Austin se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados de los Estados Unidos. Este enclave progresista, este puesto de avanzada de la tecnología punta imbuido de una cultura alternativa, se esconde en Texas —donde nunca buscaría un sitio así—, disfrazado de la capital del estado nada menos. Sin embargo, hasta hace poco, su industria hotelera iba a la zaga de los tiempos, con la notable excepción del Hotel Saint Cecilia.

Este hotel pertenece al mismo grupo que otra excepción notable: el queridísimo Hotel San José. No obstante, el San José es, en esencia, un hotel boutique económico, un motel rehabilitado, mientras que el Saint Cecilia despunta, imparable, como una suerte de «casa de huéspedes de lujo». El lujo típico de Austin no se aprecia solo en los caros colchones artesanales de Hästens, sino también en la biblioteca de vinilos antiguos del hotel. Digamos que la mezcla de colores vivos y modernos y antigüedades en perfecto estado del Saint Cecilia ni siquiera se consideraría de primera categoría en Houston y Dallas, mientras que en Austin es evidente que se trata de un hotel ideal.

El salón está reservado para los invitados del hotel, un detalle importantísimo, ya que un sitio así puede pasar de «destino solicitado» a «destino exclusivo» en un abrir y cerrar de ojos. El cóctel rocanrolero del Saint Cecilia lleva bastantes ingredientes de una pensión con desayuno incluido, de modo que tiene garantizada una media vida más duradera que el hotel moderno medio.

Consejo: las habitaciones que dan al patio son un poco más ruidosas, mientras que las de la parte trasera son mucho más tranquilas.