Grand Hotel Zermatterhof

Todo gira en torno al monte Cervino; este impresionante y sobrecogedor pico, que se alza majestuoso sobre la zona alta de los Alpes, posiblemente sea el símbolo más representativo de Suiza, así como también podría serlo el pueblo de montaña de Zermatt, el clásico centro turístico de esta zona. El Grand Hotel Zermatterhof lleva ofreciendo sus servicios en este lugar desde 1879, y era el refugio predilecto de la aristocracia, tal y como lo sigue siendo hoy, aunque los aristócratas actuales pueden ser tanto estrellas de cine y rockeros como miembros de familias reales y estadistas. Si bien es cierto que las vistas son excepcionales —la mayoría de las habitaciones tienen balcones desde los que se puede admirar el panorama—, el hotel no lo es menos.

Si esperas encontrarse con un chalé de alto nivel, te sorprenderá gratamente descubrir que por algo se le llama «Grand Hotel». Los cuartos de baño son de mármol, tienen azulejos en las paredes y están equipados con toalleros térmicos; por otro lado, las habitaciones son enormes y están decoradas con tanta elegancia que, si no fuera por las vistas del monte Cervino, se podría pensar que se trata de un hotel urbano de cinco estrellas.

Tampoco hay palabras para describir el servicio, ya que el Zermatterhof se adhiere a la política de contratación de los grandes hoteles y cuenta con empleados impecables y profesionales. Lógicamente, aquí el invierno es temporada alta, pero siempre merece la pena el viaje, aunque solo sea por el impresionante paseo en trineo hasta el hotel.