The LINE DC

Cuando estés en Roma, haz como los romanos. En Los Ángeles, the LINE le dio un giro totalmente contemporáneo a un edificio de hotel construido a mediados del siglo 20 en Koreatown, el vecindario que recién se ha puesto de moda, y que con la ayuda del héroe local Roy Choi se ha convertido en un destino culinario. The LINE DC Hotel traduce este concepto al idioma que Washington entiende: una iglesia centenaria en Adams Morgan provee el espacio para un hotel boutique diseñado en un estilo bohemio-ecléctico muy del momento, con todo y ofertas gastronómicas de dos chefs con premios James Beard: Spike Gjerde, de Baltimore, y Erik Bruner-Yang del propio DC.

Hay una pizca de verdad sobre los estereotipos que describen la capital de la nación estadounidense, pero la visión que tiene the LINE de esta ciudad no es monótona ni anticuada. Las habitaciones se adaptan a su marco arquitectónico; el minimalismo austero de la versión en Los Ángeles se reemplaza por algo más cálido y acogedor, a tono con la historia del lugar. Los restaurantes demuestran sus influencias sureñas como también algunos acentos asiáticos, particularmente los sabores de Taiwán y Japón. Y como Adams Morgan es el centro de la vida nocturna del DC, the LINE incluye un par de bares donde los locales y los huéspedes se mezclan, y los menús han sido confeccionados por dos bartenders muy bien cotizados en el área. Habrá viajeros que prefieran los hoteles de lujo más convencionales pero para cierto tipo de visitante, la ciudad ya cuenta con un lugar de última como the LINE.