Kulm Hotel St. Moritz

Hay otros hoteles de lujo en St. Moritz, pero el Kulm puede presumir de ser el original. En todo caso, fue el primero, pues data de 1856 y, si bien es cierto que no es el más conocido, eso no tiene nada que ver con sus ventajas. Es imposible que haya un cinco estrellas alpino mejor que este. Tan solo con ver el paisaje del lago que se divisa desde el balcón, es suficiente para darse cuenta de su grandeza.

Muchos grandes hoteles clásicos han perdido su personalidad después de una profunda renovación, mientras que el Kulm sigue exactamente igual que antaño —al menos desde el punto de vista estético—, desde los emblemáticos perfiles de las fachadas de los cuatro edificios deliciosamente desiguales hasta el imponente vestíbulo, con sus columnatas y su gran escalera de mármol, y las propias habitaciones, con sus tejidos floreados y su artesanía en una madera de pino exquisitamente trabajada. Sin embargo, tras esa apariencia clásica, las habitaciones se han adaptado a los nuevos tiempos y ofrecen desde conexión wifi hasta toalleros eléctricos.

Indudablemente, St. Moritz es una estación de esquí muy recomendable, y en invierno, este lugar es un paraíso; aunque, hoy en día, los complejos hoteleros permanecen abiertos las cuatro estaciones, y el Kulm no es una excepción. El lago, los campos de golf y los senderos alpinos sustituyen a las pistas de esquí, y el centro de salud y spa del Kulm y sus selectos restaurantes no dependen del tiempo.


Nota: el Kulm Hotel St. Moritz es un hotel de temporada, abierto durante el invierno, desde principios de diciembre hasta principios de abril. En el verano, el hotel abre desde mediados de junio hasta principios de septiembre.