The St. Regis Hotel San Francisco

Imagínese que está tumbado en una cama extraordinariamente cómoda, contemplando el magnífico panorama de los edificios de la ciudad perfilados contra el horizonte, por encima de una bañera deliciosamente honda, y preguntándose cómo llegó el pueblo africano a establecerse en los confines de la tierra. Si estuviese alojado en el St. Regis San Francisco, podría bajar al Museo de la Diáspora Africana (MOAD), que se encuentra en el mismo edificio; de lo contrario, posiblemente se quedaría con la duda.
No es una combinación tan extraña como parece. El MOAD es un museo muy bueno, el St. Regis es un hotel muy bueno, y la composición arquitectónica de ambos es excelente. A esta composición hay que añadir la fusión de una torre rabiosamente moderna y un edificio histórico de San Francisco, remodelado y coronado por una de las mejores terrazas de la ciudad.
El principal restaurante del hotel, el AME, ofrece una excelente carta de especialidades de la nueva cocina norteamericana y está decorado con mucho estilo. Los huéspedes también tienen a su disposición un abanico completo de servicios de spa. Las habitaciones son sobrias y elegantes, tal vez un poco apagadas, pero muy modernas y bien equipadas, contando con televisores de pantalla plana en los cuatros de baño. La ubicación del St. Regis es insuperable. El Museo de Arte Moderno de San Francisco está justo al lado, y enfrente tiene el centro de arte Yerba Buena y sus jardines, así como el palacio de congresos. El centro de la ciudad se encuentra a cuatro pasos al norte, y la vida nocturna y los restaurantes de postín de la zona de SOMA, a pocos pasos al sur.