Casa Madrona Hotel & Spa

Hay muchos hoteles dentro de los límites de la ciudad de San Francisco, tanto de estilo tradicional como de los que van a la última; Sin embargo, Casa Madrona es diferente: no se trata de un imponente hotel de ciudad, sino una mansión victoriana enclavada en la ladera de una colina de Sausalito, a poca distancia del otro extremo del Golden Gate, en el acomodado Condado Marin.

La distancia que separa Market Street y el Distrito Financiero la cubre tan solo un breve viaje en ferry, pero es un mundo totalmente aparte, lleno de encanto rústico junto a la tranquila orilla. Nos encontramos en el lado de la bahía, no en el lado del Pacífico, así que no verá ballenas al atardecer, pero tampoco verá esa cortante y fría niebla.
El edificio principal es una auténtica mansión victoriana que data del año 1885, y esto en la Costa Oeste es historia antigua. Las habitaciones de este edificio tienen un aire adecuadamente anticuado y no son especialmente amplias, aunque muchas lo compensan con espectaculares vistas de la Bahía de Richardson y la Isla Belvedere. Hay 31 habitaciones más en la ampliación moderna, producto de una renovación en 2002. Estas habitaciones tienen un estilo más contemporáneo, y diecinueve de ellas tienen balcones privados con vistas a la orilla. Aquellos que busquen una mayor intimidad pueden reservar una de las casitas del jardín que salpican la finca.

Aunque se trata de un pequeño hotel justo a las afueras de la ciudad, Casa Madrona tiene algunos detalles agradables que le adentran en el territorio de los centros turísticos a los que la gente acude para permanecer en ellos. Fíjese en los servicios del cuarto de baño Avanyu (y se podrían enumerar muchos más). Una hora en la camilla de masajes del spa Avanyu y olvidará cualquier asunto que le hubiera traído a la zona de la Bahía. Y ni siquiera hemos empezado con las máscaras de algas y los tratamientos con sal marina.