Byblos

Pocos destinos son tan glamurosos y sexis como Saint-Tropez, la ciudad que Brigitte Bardot construyó (o al menos puso en el mapa de la jet set), y en Saint-Tropez no hay un lugar más elegante que el Hotel Byblos, un conjunto de fachadas de color ocre brillante y azul celeste, todas conectadas pero diseñadas para parecer un fantasioso pueblo de pescadores del Mediterráneo.

Dentro del patio no encontrarás una plaza rústica, es un complejo de puro lujo, con palmas y olivos rodeando una piscina revestida de azulejos. Alrededor del patio se encuentran las habitaciones y suites, como si de una casa rural se tratase, además de una red de terrazas y balcones. Cada habitación tiene un diseño propio de estilo provenzal moderno, con un toque ocasional antiguo y extravagante o una cama con dosel. Todas las habitaciones son luminosas y aireadas, algunas son más espaciosas que otras, pero la joya de la corona es la nueva Riviera Suite, con vistas directas a la piscina.

La cocina local es, sin lugar a dudas, más que correcta, pero muchos huéspedes no se molestan en comer fuera, gracias a la Cucina Byblos by Alain Ducasse o, como opción menos formal, el Arcadia Byblos situado al lado de la piscina. En cuanto al ocio nocturno, resulta que el mejor club de Saint-Tropez es el del hotel, Les Caves du Roy, donde, sorprendentemente, incluso los huéspedes más famosos pueden quedar sin sitio.