SINA The Gray

Si únicamente se fijara en sus hoteles, jamás creería que Milán es la capital de la moda italiana. Hasta hace poco, éstos se podían clasificar en función de dos características principales: la opulencia desmesurada de los hoteles palaciegos de lujo y la inocuidad de las cadenas hoteleras. The Gray es el resultado de una nueva tendencia a la apertura de hoteles modernos y de diseño atrevido en Italia.

The Gray no podría estar mejor situado: junto a la Piazza del Duomo, cerca de la Galleria y el teatro de la ópera Scala, en el centro del barrio comercial y del distrito financiero de Milán. El hotel dista mucho del concepto de grandiosidad que cabría esperar en esta ciudad barroca; de hecho, se trata de un edificio de oficinas reformado, que se encuentra en una modesta calle lateral. Sin embargo, los interiores constituyen un paraíso del diseño, empezando por la hamaca del vestíbulo, que, en realidad, es un colchón rosa que pende del techo, justo enfrente del mostrador de recepción.

Cada una de las 21 habitaciones está impregnada de un estilo diferente, aunque todas guardan cierto parecido, con sus muebles de ébano y sus tejidos y cueros color marfil. Dos de las suites están provistas de una sala particular para hacer ejercicio y otras dos cuentan con cabina de vapor. Todas las habitaciones están equipadas con un televisor de pantalla plana y conexión inalámbrica a Internet, en armonía con la ciudad más eficiente de Italia.

Il Bar, como su propio nombre indica, es el bar del hotel, increíblemente atractivo con su cristal blanco, que contrasta con el negro que tiñe por completo el restaurante de la planta superior, Le Noir —un nombre elegido con muy buen criterio—, con sus mesas lacadas en negro y su tapicería de terciopelo del mismo color.

Le aseguramos que, aunque lo parezca, no se trata de un estilo demasiado afectado: los italianos acostumbran a basar su creatividad diseñadora en la artesanía más exquisita, confiriendo al estilo un fundamento real. En definitiva, The Gray es un hotel excelente y acogedor, con un tamaño ideal para sentirse como en casa; sin lugar a dudas, constituye una buena opción frente a los grandes palacios tradicionales.