Château de Mercuès

El Château de Mercuès lleva existiendo de un modo u otro desde el año 650 después de Cristo y, durante siglos, fue la morada de los obispos de Cahors. Hoy por hoy el castillo es un hotel de lujo, con sus torretas y torres convertidas en suntuosas y auténticas habitaciones, y sus defensas en apacibles palcos del escenario de la campiña del norte de Toulouse, a orillas del río Lot.
Si bien es cierto que las habitaciones han sido decoradas individualmente —algunas con paredes de piedra y vigas al descubierto, y otras, más refinadas, con paredes enteladas y antiguos armarios ornamentados— el lujo es el denominador común de todas ellas. Las más solicitadas son la habitación de la torre y la habitación del obispo, pero es poco probable que el resto puedan decepcionarle.
El propietario del hotel, Georges Vigouroux, se dedica fundamentalmente a la vinicultura, continuando la tradición de los vinos de Cahors, tan admirados por personajes de la talla de Julio César y Pedro el Grande. Todos los barriles obtenidos cosecha tras cosecha se conservan en las bodegas del castillo. La cocina no resulta menos espectacular, sin fusiones de ningún tipo, con una carta que sencillamente incluye algunas de las especialidades francesas más tradicionales y más accesibles.