The Standard London

El estilo brutalista vuelve por todo lo alto… Buena noticia para Londres, una ciudad en la que abundan los excesos arquitectónicos. El antiguo anexo de la alcaldía de Camdem, un edificio de los años 70 situado justo enfrente de la estación de St Pancras, en King's Cross, ha vivido lo suficiente como para pasar de ser una pifia arquitectónica a convertirse en una obra digna de atención. Parece que cuando el grupo hotelero The Standard reparó en el edificio –que a punto estuvo de ser demolido por más de un promotor– se abalanzó sobre él viendo, con razón, un reflejo de su propia estética geométrica y ordenada. The Standard London, el primer hotel de la marca fuera de Estados Unidos, se integra a la perfección en este barrio del norte londinense últimamente tan de moda.

El colorido interior, en claro contraste con la monocromía de la fachada, destaca por su inspiración retro –cuando no por su rigor histórico–, por esas líneas tan de la era espacial y por esos colores secundarios saturados que son un homenaje a las corrientes utópicas de las vanguardias de los 70. Las habitaciones enamoran a primera vista y, aunque huyen de los clichés de mediados de siglo, bañan en una atmósfera muy familiar. Las categorías superiores sorprenden con lujos inesperados, como las terrazas privadas con bañeras al aire libre. En breve se prevé la apertura del restaurante y el bar del chef Adam Rawson: el Isla y el Double Standard. Teniendo en cuenta lo que ha ocurrido con otros establecimientos de la marca, estamos seguros de que no tardarán en convertirse en una referencia de la escena culinaria y nocturna local.