One96

Disponer de toda una planta en un hotel es un lujo reservado por lo general a los grandes jugadores de casino que se alojan en la suite del ático. No es el caso en el One96 de Hong Kong. A medio camino entre los distritos de Central y Sheung Wan, este elegantísimo hotel boutique acondicionado en un llamativo edificio contemporáneo luce una fachada acristalada que imita el movimiento de vaivén de las olas. Cada suite además ocupa una planta entera. Eso quiere decir varias cosas: que no tendrá que compartir esas panorámicas de la ciudad con los vecinos de la habitación de al lado, que no oirá su televisor a través de la pared del dormitorio y que no tendrá que esperar el ascensor en compañía de perfectos desconocidos, ya que lo hará en su propio “lift lobby”.
El espacio es un lujo, sobre todo en Hong Kong, uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Y Norman Chan, arquitecto y diseñador que se ganó su fama en la Escuela de Diseño de Rhode Island y en Columbia antes de regresar a su Hong Kong natal, ha aprovechado al máximo el espacio disponible. Cada suite es fresca, sofisticada y a rebosar de luz natural gracias a sus grandes ventanales. Las estancias incluyen un salón comedor con sofás a medida, un dormitorio con colchones Simmons y ropa de cama Frette y una elegante cocina equipada con cafetera Nespresso.