La Perla

Este clásico hotel del sur del Tirol se enclava en las Dolomitas, en el precioso pueblo alpino de Corvara, muy cerca de la frontera suiza y a algo más de 160 kilómetros de Venecia. El mundo de la hotelería boutique brilla por su ausencia en La Perla. Lo que se ofrece en este lugar es una hostelería a la antigua usanza de la mejor calidad, como si no hubiera ninguna nueva tendencia que seguir.
La inconfundible belleza suiza de este gran hotel antiguo de los Alpes y su excepcional museo de motocicletas, abarrotado de una infinidad de motos antiguas, imprimen la personalidad única de La Perla.
Las habitaciones, con sus muebles rústicos de madera, sus suntuosas telas estampadas y sus cabeceras ornamentadas, son tradicionales hasta el último detalle. La decoración de los espacios comunes tampoco es fruto del azar: los comedores, revestidos con paneles de madera, deben su encanto tanto a las vigas del techo como a las botellas de vino que cubren las paredes. En toda bodega italiana se atesora una amplia selección de vinos, como la de La Perla, que incluye cerca de cuatro mil cosechas.
Al contemplar los imponentes picos de las Dolomitas que flanquean el hotel, nadie pone en duda que la naturaleza sea el principal atractivo de este lugar. Los deportes que más se practican en invierno son el esquí y las caminatas en la nieve, mientras que la actividad estrella del verano es el senderismo. El hotel pone a disposición de sus huéspedes una piscina cubierta con techo retráctil, baños turcos, saunas y un jacuzzi. La oferta de modernidades como la aromaterapia o las sesiones de pilates es muy limitada: no olvide que nos encontramos en pleno ambiente tradicional de los Alpes.