Château Lafaurie Peyraguey

No hace falta saber todos los pormenores para adivinar qué tipo le lugar será el Hôtel & Restaurant Lalique - Château Lafaurie Peyraguey. Esta colaboración entre Lalique, el venerable fabricante de cristalería, y Lafaurie-Peyraguey, la viña de Sauternes que ahora pertenece al director del Grupo Lalique, es única. Con solo trece suites, es modesto en tamaño, pero en términos de lujo, sus ambiciones son altísimas.

Este es, después de todo, el primer viñedo en abrirle sus puertas a huéspedes para pernoctar, y sus 400 años de historia lo mantienen a la altura esperada. Se le ha realizado una renovación interna muy completa, con una gran aportación de Lalique, cuyo vidrio aparece en más elementos de diseño de lo que cabe pensar. El estilo es un tanto conservador sin dejar de ser elegante y las suites, todas diseñadas individualmente, no carecen de nada en lo que a confort se refiere. Te preguntarán si deseas un colchón firme o con memoria de forma y te prepararán la cama según solicites.

Como podría esperarse, en este alojamiento también se toman la comida y la bebida muy en serio. El chef Jérôme Schilling se encarga de esta cocina cuyo inventivo menú está meticulosamente orientado a la dulzura del vino Sauternes de las bodegas, las cuales, naturalmente, son de primera categoría y contienen más de una tercera parte de un millón de botellas. Y no solo vino Sauternes, aunque sí hay suficiente de esa variedad, incluyendo el de la cosecha de 1895 de la vecina bodega de Yquem. Es una experiencia inexorablemente lujosa y, dada la pequeña escala del hotel, especialmente si se compara con el tamaño de la viña y de todo el Grupo Lalique, habría que admitir que es un proyecto hecho por puro amor.