Hotel Alfonso XIII

El Hotel Alfonso XIII es una reliquia de otro tiempo. Fue construido en 1928, con vistas a la Expo Iberoamericana del año siguiente, en una opulenta mezcla de estilo barroco y estilo árabe que le confería un aspecto varios siglos más antiguo y recibió el nombre del rey de aquella época. Durante los años 30 todo cambió —o, si no, que se lo pregunten a Hemingway, WH Auden o George Orwell— pero el Alfonso XIII se quedó anclado en 1929 para siempre.

Alicatados complicados, muebles antiguos y lo que deben de ser toneladas de mármol y caoba imprimen el carácter de uno de los hoteles más grandiosos que aún existen. Si deseas hospedarte en un hotel boutique escueto y minimalista, quizá esta no sea la mejor opción. Además, teniendo en cuenta que no encontrarás ninguno en Sevilla, ¿por qué no dejarte llevar y aprender a amar el esplendor tradicional que se desprende de todos y cada uno de los rincones de este lugar?

El restaurante San Fernando es exquisitamente antiguo y tradicional; incluso en el restaurante japonés parece respirarse el aroma del pasado. El único elemento moderno que podrías encontrar en este hotel serían sus propietarios. Quizás los conozcas: se trata de una pequeña empresa llamada Starwood. Pero, no te preocupes, el hecho de que ahora forme parte de una cadena no hará que el Alfonso XIII se convierta en un hotel anodino. Si bien es cierto que, en cierta medida, sigue viviendo de su antiguo esplendor, entre sus paredes aún hay suficiente historia como para que dure otros 70 años.