Eurostars Pamplona

Prácticamente cualquier lugar del planeta podría describirse como «un país de contrastes» o algo similar. De hecho, es una descripción bastante fiel de España, al menos en cierto sentido. Cuesta pensar en otro país que conserve tantas tradiciones y, al mismo tiempo, abrace la modernidad con fervor y sin complejos. Es una tendencia que se aprecia en la cocina española: a veces son pocos los metros que separan la innovadora gastronomía molecular del típico menú del día con paella. También se aprecia en hoteles como el Eurostars Pamplona, un hotel absolutamente modernista de los alrededores de la ciudad histórica.

Los suelos de madera noble y los muebles veteados son el único guiño a la Navarra rural que se observa en los interiores. Por lo demás, las habitaciones y suites lucen una pureza de líneas y una contemporaneidad absolutas. Además, no es uno de esos hoteles boutique en los que la estética va en detrimento de las comodidades. Todas las habitaciones están equipadas con camas king size y tecnología punta.

En el restaurante del hotel se puede probar la cocina de este «país de contrastes», y los salones no son bares bulliciosos, sino zonas tranquilas con vistas al campo pamplonica. Los huéspedes también pueden relajarse junto a la piscina, y la perspectiva de un tratamiento de spa resulta sumamente halagüeña.