Magna Pars L'Hotel À Parfum

La escena hotelera de Milán es un lugar donde la hostelería propiamente dicha y el comercio van de la mano. Hay hoteles propiedad de firmas de moda y de joyería y hasta existe un hotel situado literalmente en una galería comercial de alta gama. Por eso, el Magna Pars Suites, un reluciente hotel de suites en Via Forcella, no es un caso aislado: el hotel es propiedad de la familia milanesa de perfumistas Martone. Durante la mayor parte del siglo pasado, la familia tuvo aquí su “fábrica de esencias”, pero, como ha ocurrido con la propia Milán, el edificio ha sufrido profundos cambios desde aquellos años de apogeo industrial. Acristalado e inundado de luz, amueblado por diseñadores de vanguardia y artesanos milaneses contemporáneos, el hotel se vive casi como el showroom de diseño en vivo que prácticamente es, un lugar en perfecta armonía con un barrio a rebosar de estudios de diseño, gabinetes de arquitectura y casas de moda. Es posible que durante la Semana del Diseño de Milán no haya mejor lugar para alojarse, aunque lo cierto es que en el Magna Pars Suites cada semana del año es, a su manera, una semana del diseño.
Sus dueños hacen bien en recurrir a la temática olfativa, aunque siempre de forma sutil. Las suites llevan nombres de flores y plantas fragantes (gardenia, jazmín, sándalo) y hay alguna que otra referencia visual bien colocada (la imagen de un campo de lavanda barrido por el viento en la pared del restaurante, por ejemplo). Eso sí, nadie le rociará con muestras mientras camina por los pasillos. De hecho, hay mucho espacio para respirar.
El tamaño de las suites se va haciendo mayor a medida que suben de categoría y la sensación de espacio se ve favorecida por las vistas al jardín del patio y por el blanco inmaculado que domina en su decoración. Destaca asimismo sus dotaciones tecnológicas, con único panel desde el que podrá controlar desde las cortinas a la temperatura.
El restaurante, por su parte, propone una cocina italiana de calidad que renuncia a los tecnicismos en favor de los sabores piamonteses y del recetario tradicional, si bien su comedor, justo al lado del jardín, es elegante y moderno y está montado a la manera de un elegante apartamento milanés actual. Un bar secreto no tan secreto por detrás de una hermosa puerta de cobre hecha por estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Brera constituye un refugio dentro de un refugio y su barra de ónice blanco logra brillar más incluso que el resto del hotel. Todo el edificio además se alimenta de energía solar y geotérmica, que es solo una forma elegante de decir que podrá consumir la energía que quiera sin preocuparse por la huella medioambiental.
Atención: el Hotel Magna Pars Suite Milano estará cerrado por obras del 3 al 25 de agosto.