Marbella Club Hotel

Marbella es uno de los destinos de la Costa del Sol del cual más anécdotas y mitos salen, y el Marbella Club es el resort emblemático de la zona, inaugurado por el Príncipe Alfonoso von Hohenlohe en 1954, y desde entonces es el hotel de preferencia de los aristócratas y famosos de Europa. La localidad de Marbella ha crecido bastante desde aquel entonces, pero el Marbella Club apenas ha cambiado.

Lo que más llama la atención es que el aún mantiene el ambiente de una residencia real en vez de un hotel comercial. Dentro de los portales del resort hay hectáreas de cuidados jardines tropicales y las habitaciones están repartidas por discretos edificios. Por otro lado, las villas más exclusivas están escondidas detrás de sus propios jardines y piscinas privadas. La decoración y estilo de las habitaciones es elegante, pero no dejan de tener todas las instalaciones más modernas y lujosas, y cada habitación tiene su propia terraza o balcón. El servicio es atento, discreto y profesional, casi imperceptible como si estuviéramos en la casa privada de un aristócrata.

Las opciones para comer y cenar son numerosas, ya que el complejo ofrece nada menos que cinco restaurantes y, por si no fuesen suficientes, los restaurantes del hotel vecino Puente Romano, están también a disposición de los huéspedes.

Durante el día, la piscina es el centro social del hotel y el bar sirve cócteles a lo largo del día, aunque también puedes visitar el Spa Thalasso, que ofrece los tratamientos corporales más modernos en su nueva instalación que da a la playa. El Puente Romano pone a su disposición sus pistas de tenis y centro fitness, y el nuevo campo de golf del Marbella Club, diseñado por Dave Thomas, queda a poca distancia del hotel, y además ofrece vistas de Gibraltar y la costa africana.

En fin, se trata de hospitalidad al estilo de antaño, y aunque uno no se encuentre literalmente en la casa de un príncipe, quizás para la gran mayoría de nosotros, sea la experiencia que más se parezca.