Cap Vermell Grand Hotel

Mallorca nos recuerda que los paraísos no siempre tienen por qué ser “exóticos” o “lejanos”. Esta gran isla mediterránea situada a un corto paseo en avión de las principales urbes europeas recibe constantes oleadas de turistas, lo cual la obliga a adaptarse a la creciente demanda hotelera, lo suficientemente importante a día de hoy como para mantener un complejo de lujo de primera categoría como el Cap Vermell Grand Hotel. Sus estancias destacan en todos los sentidos. Los cuartos de baño, por ejemplo, amplios y luminosos, están revestidos con mármol de Carrara y cuentan con artículos Bottega Veneta, grandes bañeras y espejos con televisor integrado, mientras que las habitaciones disponen de máquinas Nespresso y sistemas de sonido Bose. A este nivel, no hace falta preguntar si hay piscina –hay dos– o un gran gimnasio con spa. El Cap Vermell tiene todo eso y mucho más. Es cierto que no está en primera línea de playa. El complejo está diseñado al estilo de un pueblo típico mallorquín, con edificios bajos distribuidos en torno a una plaza central. Sus abundantes y frondosas zonas verdes invitan a disfrutar del relajante placer de la lectura o de unas tapas al aire libre. De hecho, hay varios restaurantes, entre ellos el Voro, con dos estrellas Michelin. Todas las habitaciones y suites del hotel disponen de terrazas privadas, pero dada la variedad y belleza de las zonas comunes, por no hablar de las atracciones naturales de la propia isla, es posible que se olvide de volver a su habitación hasta el final de la noche, cuando esté cansado de sol, arena y sangría. El Cap Vermell se encuentra en un tramo de litoral bastante alejado, en la costa este de la isla. Eso implica que hay innumerables calas de arena y pintorescos pueblos a poca distancia en coche. Si prefiere tumbarse junto a la piscina, no se preocupe por explorar la isla: su belleza se puede apreciar desde casi cualquier punto del hotel.